Larry (Capítulo III)

    Capítulo 3

    Recuerdo cierta ocasión en que nos hallábamos vacacionando en una finca de Larry,una propiedad mal adquirida en el juego, cierta conversación; Larry, adquiría para cierto tipo de temas un tono apático y explosivo, una mezcla clara de sentimientos ya sepultados en su vacío pecho y situaciones que los asociaban, de un modo inverosímil, pero cierto en algún punto. 

- Este mundo es una total porquería -comenzó- y toda su gente también lo es... ¿Te fijas? De casi 8 mil millones de seres humanos, casi un 60% son mujeres, y de esas un 40% contraen matrimonio, algunas con maridos 'ideales', con buena reputación y con dinero suficiente..., y otras generan un contrato con un cerdo con enfermedades mentales muy marcadas, pero ocultas al inicio... Y dichas idiotas piensan que al encontrar a uno de estos mequetrefes se han ganado el cielo... ¡Pobres ilusas que encuentran luego luego la violencia más cruda y en ocasiones hasta la muerte en su 'ideal'! 

Deberías saber ademas Jota, que aunque estas mujeres sepan, o presientan, seamos más precisos..., que la persona que tienen a su lado puede ser su ruina total, su pasada soledad o enfrentamiento a relaciones amorosas desastrosas les obliga a aferrarse a lo que ellas consideran su 'última oportunidad' de envejecer con alguien..., y es esa la razón por la cual son capaces de soportar engaños, violencia y otras barbaridades. Por eso considero un entretenimiento estudiar a la raza humana, una raza de primates desarrollados en superficie, pero con la misma genética al interior. 

Su monólogo se me quedó grabado a fuego en la memoria, y hasta la actualidad sus frases se mantienen, llegando a desarrollar en mi el mismo carácter huraño y apático cuando veo dichas situaciones. 

Pienso que es estúpido, y mucho, el tratar de entregar a alguien la capacidad de hacernos daño; es decir, entregarle a alguien la confianza suficiente para que, junto a otra persona todo se convierta en una perfecta obra de teatro , de dos actores y un tercero actuando como espectador. 

Cuesta mucho intentar olvidar a una persona, y buscamos por todos los medios hacerlo, añadiendo a otros/as a nuestra vida, pero al término de todas esas 'aventuras' nos quedamos mirando alrededor y no tenemos absolutamente nada, solo un historial manchado y muchas más cicatrices... ¡Maldita gana de curarse de una persona dañando a otra!