Larry (Capítulo VIII)
Capítulo 8
Con todo el trajinar del viaje y de la situación, todo ese asunto no llegó a buen término; choqué el auto después de una hora de camino, porque un hijoputa borracho no avanzó a dar el esquinazo correctamente y hundió casi todo su auto en la puerta y parte del parachoques.
Un policía gordo que dirigía el tránsito se acercó presuroso, y al llegar pude ver que sudaba copiosamente. Se me quedó viendo con cara de susto y comenzó a gritar de manera descontrolada
- Pero que ha pasado aquí caballeros? usted, si usted- dijo apuntándome con su gordo dedo -, licencia y matrícula, rápido!
Al otro imbécil que en ese momento trataba de mantenerse recto le dijo lo mismo, y aunque yo entregué mis papeles, mi licencia estaba vencida, y el otro solo entregó los restos de su estómago en el pavimento y parte de sus descoloridos pantalones.
El sujeto se dejó caer al piso encima de su vómito, y quizá no soportaba más porque se golpeó la cabeza y comenzó a manar sangre. Aquel policía estaba lívido del enfado, y arreó un puntapié en el descompuesto hombre.
- Te vas a pudrir cuando haga el parte, pedazo de mierda-
Pero el otro no contestaba, y creí entonces que en serio estaba muy grave.
La gente comenzó a arremolinarse a nuestro alrededor y a cuchichear, y alguien por allí hablaba con emergencias, y otro por allá sacaba su celular y grababa todo... y me comencé a imaginar en los titulares "APARATOSO ACCIDENTE SIN INDICIOS CLAROS DE TRAGEDIA, SE CONVIERTE EN DESGRACIA CUANDO UNO DE LOS IMPLICADOS ESTRELLA SU CABEZA CONTRA EL PAVIMENTO, PRESUMIBLEMENTE AMBOS SUJETOS SE HALLABAN EN ESTADO DE EMBRIAGUEZ".
Vinieron dos carros de remolque y se llevaron los vehículos, la ambulancia trató de atender al herido y borracho hombre que parecía no iba a hacerse cargo del choque, mientras el policía regresaba dando grandes y pesados pasos a dirigir el tránsito y dispersar a la gente.
En esta tragicomedia el único vencedor fue aquel, que me jodió el viaje, y recibió atención médica gratis. el automóvil se pudriría en el patio de autos siniestrados hasta que consiguiera dinero para sacarlo.
Me dirigí a un hotel cercano que ofertaba habitaciones relativamente cómodas a bajos precios, y me quedé allí un par de días; obviamente no le dije nada a Larry hasta que pudiese solucionarlo, al menos así lo esperaba yo.

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